miércoles, 11 de agosto de 2010

Sergio Alvarado, poeta de EL VIENTO. Oscar Raúl F. García, poeta del BARRILETE.

Publicaciones de la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) El Viento
Vigésima Segunda Comunión Literaria. Recibida el miércoles 5 de agosto de 2009.
Alvarado, Sergio.

Testimonio

Aquí te mando lo prometido y espero que pueda acceder a algun ejemplar de tu increíble revista!!! Hasta prontito amigo poeta!!!

Soy docente y periodista puntano. Y hoy en día, me parece increíble haber repartido estos 39 años de vida en el arte: como actor, titiritero y bailarín de folclore. Ésta es una prosa poética que la “musa” me regaló y que alimenta el regalo que la vida me dio a través de mi hija Victoria Sofía: ¡Una síntesis de intensas emociones!... con la que transcurre mi nueva faceta artística como escritor... A pesar del tiempo transcurrido, la oportunidad que tuve de hacer teatro para niños y adultos, y radioteatro con Gloria Argentina Páez de Zoppi y Esther Guevara, significó una etapa de gran placer que nunca olvidaré... En la actualidad, con la ayuda de Dios, estoy recopilando varios poemas olvidados, en un viejo cuaderno, para editar algún día mi próxima obra... ¡Espero que nos reencontremos con la lectura!

El poeta con su hija.

Editorial Papeles de Buenos Aires
Colección: La Pluma y la Palabra
Libro Número 22: El Tigre Fuera De La Bolsa.
García, Oscar Raúl F.

Declaración Jurada 1938

Durante muchos años quise saber, cómo eran esos tipos que escribían poesía. En principio, parecían todos muertos y vivían en Francia. La gente de mi barrio decía que usaban el pelo largo, un sombrero de ala ancha, moñito volador y que sufrían de temperatura y tuberculosis.

Lógicamente, cuando me enamoré por primera vez y quise regalar un poema, por las dudas, no lo escribí, sino que lo copié de un tomo con bastante olor a humedad, de la biblioteca popular del barrio y se lo entregue a la piba rubia, de guardapolvo, que lo guardó y se casó con otro que no escribía poemas, pero tenía pinta y guita. La timidez, impidió, que ese suceso me empujara a las letras de tango
Declaración Jurada 1973

La gente de mi barrio, (Alcina), dice que, los poetas, usan poleras negras, anteojos, son locos y sufren de temperatura y del hígado. Yo pienso que es una injusticia porque somos argentinos (para un argentino, etc. etc.) y que va a ser muy difícil extirparnos, porque “somos muchos”, y juntos somos más.

POSTDATA: la rubia, se aburrió del tipo (no de la guita) y ahora quiere que le hagan el verso.
Declaración Jurada

Creo, que la poesía es una síntesis de la vida y en ella existen: el humor, el dolor, la belleza, el amor y por supuesto, la muerte. Sé, que la poesía me salvó de una vida rutinaria, gris. Que me dio esperanzas, que me ayudó a descubrirme. Que me enseñó a descubrir la belleza. El crecimiento y el desarrollo de la criatura humana, capaz de sacrificar su vida, por algo que consideran superior a todo. La especie.

Ignoro, si lo que yo hago es, verdaderamente, poesía. Sé, que no es comprar ni vender acciones, que no es mandar, ni matar soldados. Que no es reivindicar ni santificar puros. Que no es mi profesión, ni mi medio de vida.

Y cuando uno sabe, lo que “no es” algo, es importante.

Fuente: Libro LAS HOJAS. Compilación de Testimonios, notas, poemas, cuentos, crónicas varias, de escritores de la década del 60 y 70 que publicaron en la Editorial Papeles de Buenos Aires, Ediciones La Pluma y La Palabra dirigida por el poeta Roberto Santoro y escritores que han publicado en la Revista Cultural Latinoamericana (Guturalmente hablando) El Viento dirigida por la escritora Mónica Algarbe y el poeta Luis Vilchez. Año 2010. Colección: Libros de la calle.

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